Talleres Digitales

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martes, 4 de diciembre de 2018

Recorrido de tienda - IKEA


Efecto Gruen



La multinacional sueca es experta en que sus consumidores queden atrapados entre sus múltiples galerías de productos, lo más difícil para estos es resistir la tentación de no llevarse la tienda entera en un solo carrito.

El 50% de las compras que hacen los consumidores no las escogen ellos mismos. Según estudios diversos, la razón principal es que forman parte de una estrategia muy meditada que tiene vínculos con el subconsciente para que nada más al entrar a una tienda con la idea de comprar un producto determinado, el consumidor acabe desviándose y adquiriendo otro artículo además del que iba a comprar.

Una trampa rematadamente cotidiana en la todos, como consumidores, hemos caído alguna vez. Una de las formas más efectivas de influir en el comportamiento del consumidor es a través del Diseño Comercial de una tienda.



Victor Gruen, arquitecto nacido en Viena en 1902, es mundialmente conocido por ser pionero en el diseño de centros comerciales en Estado Unidos, así como por sus propuestas de revitalización urbana y sus estudios en la relación entre un medio ambiente determinado y el carácter de los individuos que en él se encuentran.  Gruen dice: “El 80% de tus decisiones en el consumo están regidas por las emociones del momento”

En sus primeros diseños de tienda en la “Quinta Avenida” de Manhanttan, fue el patentador de los escaparates, reduciendo el umbral entre transeúntes y productos, convirtiéndolos en compradores. Esta visión del mundo comercial resultó tan exitosa que en la actualidad la cultura popular se refiere a esto como “el efecto Gruen”; es decir, lo que sucede cuando el ambiente de una tienda es capaz de subyugarte para que un consumidor gaste más dinero del planificado en sus productos.

Una de sus puestas en práctica más notable es la realizada por Ikea. Da igual que el consumidor escriba una lista de las cosas específicas que quiere comprar, cuando estos entran a sus locales, el carrito va aumentando en forma exponencial e incontrolable ¿Cuáles son esos artículos que acaban llevándose los consumidores, casi que sin querer? En su mayoría, son productos que olvidó anotar en la lista, y sobre todo ofertas que terminan llevando por mucho que intenten evitarlo.

La revista Vox publicó un video en su canal de Youtube, en el que explican cómo funciona el efecto Gruen particularmente en Ikea, donde Richard La Graauw, director creativo de Ikea Estados Unidos, explica que “casi el 20% de las decisiones hechas por el consumidor a la hora de comprar, están basadas en lógica y necesidades. El otro 80% restante están basados en las emociones que tengan en el momento. Ikea intenta crear una conexión entre el consumidor y el producto, en este sentido el Visual Merchandiser es imprescindible, ya que es el encargado de desplegar todos los productos por la tienda, colocarlos y presentarlos al público para generar una emoción que les lleve a efectuar compra.

Uno de los aspectos más interesantes del trabajo de este Visual Merchandiser es imagina y predecir el comportamiento de los consumidores dentro del espacio. Cómo se mueven, en qué estantería se detendrán a mirar, si volverán sobre sus propios pasos o irán hasta el final del pasillo. Todo esto forma parte de la identidad corporativa de Ikea, elementos que se cumplen a “rajatabla” para que no se les escape ni un solo detalle. El lema lo tienen muy claro “mientras más vueltas de un consumidor por sus recónditos caminos llenos de productos, más van a consumir”, de ahí surge el que, una vez dentro y cuánto más se interne el consumidor a los profundo de la sala de ventas, más lejos estará la salida o más debe retroceder sobre sus pasos, de tal forma que no le queda más remedio que avanzar y seguir mirando hasta encontrar la salida.



 

   
Según el mismo estudio, los clientes solo llegan a atravesar un tercio de cada piso de una tienda en particular. En Ikea, los mapas del interior hacen presión para que el consumidor acuda a muchas más zonas, las cuales están vigiladas por cámaras de seguridad, las cuales registran el tránsito y comportamiento de los consumidores por los pasillos, para más tarde realizar predicciones sobre los propios movimientos, facilitar la búsqueda de productos y sobretodo, hacer que el consumidor pierda la noción del tiempo y espacio. Algo parecido a lo que sucede en los salones de juego o casinos.